“Strike First, Strike Hard, No Mercy”
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Miércoles 17 de Noviembre; un día extremadamente caluroso, un cielo completamente despejado, sin ninguna nube alrededor, sin embargo, una leve brisa rosaría el rostro de Austin, atenuando este ardor.
Austin, como de costumbre, a las afueras de la mansión, comenzando un día de labores.
Frente de Austin, yace un panel de reconocimiento dactilar de alta tecnología, a su vez, un portón metalizado automático de amplia anchura conectado de manera electrónica al panel, rodeando este, colosales pilares de ladrillo pulido, así, formando una entrada al lugar.
Austin levantó su mano derecha, dejándola a la altura de su tórax, para de manera simultánea inclinar un poco su cuerpo y así, dirigir esta misma mano hacia el tablero, así, levantando su pulgar y posicionándolo en el radar.
De manera esporádica, el portón se iría moviendo en dirección siniestra, así dando paso y dejando libre acceso al recinto.
Austin irguió su cuerpo en su totalidad, luego, llevó su pierna diestra hacia adelante, apoyándose y así mismo, con su pierna izquierda realizando igual movimiento, tras esto, comenzó a encaminarse hacia el interior del recinto
En el interior del perímetro, estacionados habrían gran cantidad de vehículos de color negro mate, ordenados uniformemente en el estacionamiento, así también, al norte de estos una mansión de gran envergadura, una entrada decorada con plantas silvestres y motos estacionadas entre ellas.
Austin, una vez encaminado, inclinó su torso para así dirigir su mano derecha hacia la cerradura de la puerta, posteriormente abrió su mano y empuñó esta, para luego jalarla.
Sincrónicamente, la puerta se abriría, posicionándose al costado derecho de Austin, por defecto, dejaría libre acceso a la mansión.
Pocos segundos han pasado una vez ingresado al recinto, un lugar bastante amplio con gran cantidad de habitaciones alrededor, con camas, literal, sillones, televisores, grandes excentricidades.
Al fondo de la mansión, se localiza un pequeño gimnasio, en el cual, Austin se llevará una gran sorpresa.
La habitación destacaría por tener la similitud a la de un gimnasio; esta contendría una mini cancha de basquetbol, trotadoras eléctricas y sacos de boxeo colgados del techo, esparcidos por la habitación, así también, un par de casilleros colocados en un rincón del espacioso lugar.
Austin se posicionó delante de los casilleros, seguidamente con su mano hábil empuñó la cerradura y ejerciendo una leve fuerza, jaló este, abriendo al casillero.
Dentro de estos casilleros, se localiza colgado con ayuda de un gancho de ropa, el uniforme propio de Austin. Este se basaría en una chaqueta y pantalones café, sumando a una camisa totalmente blanca y zapatos negros lustrados.
Austin elevó ambas manos hacia la ropa, tomó de las hombreras el uniforme y con su mano izquierda extrajo el colgador, posteriormente con ambas manos tomó la chaqueta y la camisa, colocándosela, luego, posicionó ambas manos en las presillas del pantalón, para bajárselo y de manera inmediata, tomó el pantalón de uniforme y se lo colocó, finalmente, dejó su mano derecha en el cordón de su zapato, lo jaló e hizo el mismo movimiento en el zapato contrario, tras esto, se los sacó y se puso los del uniforme.
Austin: Hora del rock... -tronándose el cuello-
Austin como de costumbre, iba a limpiarse los mocos, pero en vez de encontrar su típico pañuelo, se llevaría una de las sorpresas más impactantes de su vida.
Dentro de la chaqueta, en el bolsillo izquierdo interior, yace un papel blanco con gran cantidad de escrito en él
Austin introdujo su mano diestra dentro de su chaqueta, seguidamente dirigió esta hacia el bolsillo de su chaqueta, introdujo todos sus dedos y con ayuda de todos ellos, empuñó este papel, posteriormente, extrajo la carta para así, posicionar esta a la altura de su pecho y con ambas manos, abrió esta.
Dicha carta, además de tener una mancha de sangre, contendría el siguiente escrito:
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Austin: Pedazo de gordo hijo de puta, te buscaré y te haré pico -golpeando el casillero con su mano derecha-
Dos días pasaron desde aquel horrible e inhóspito momento que pasó Austin, sin embargo, este no se quedó con las manos cruzadas, comenzó a investigar a este sujeto, para así, atacar primero.
En medio de un cerro lejano a la ciudad, yace el esqueleto de una camioneta amarilla, entre ellas gran cantidad de árboles y una cabaña en un estado deplorable, así también, dos sujetos con vestiduras pandilleras, uno de ellos, sería Sirius.
Sirius: Bueno, me iré a mi casa ahora, nos vemos che...
Desconocido: Okey!
A su vez, escondidos atrás de un pequeño collado, yacen agachados Slee y Bodoque.
Austin levantó de manera brusca su brazo izquierda, para posteriormente empuñar su mano y dirigirla hacia Slee, posteriormente impulsó este con fuerza y golpeó al sicario
Slee: Que hacés pelotudo
Bodoque: Culiao, ese es el weon que buscamos, el de polera a rayas
Slee: Ok, mirá, haremos lo siguiente. Apenas el pelotudo este que buscas se vaya, le sacamos información al otro pelotudo ¿va?
Bodoque: Dale, te cacho.
Unos segundos pasaron desde el encuentro, de pronto, todo comienza a seguir acorde al plan..
Una vez finalizada la conversación, el sujeto comenzó a encaminarse hacia su vehículo Infernus color azul, posteriormente abrió la puerta y se subió, así, arrancando en dirección oeste, por un camino de tierra.
El sujeto desconocido comenzó a encaminarse hacia su vehículo, este sería un Sultan de color blanco levemente tuneado, a su vez, este tendría las puertas destrabadas y con el motor apagado.
Ambos mafiosos irguieron sus rodillas para posteriormente dirigirse raudamente hacia el sujeto, después, de manera simultánea introdujeron su mano hábil respectiva hacia su cinturón, para así tomar el arma y desenfundarla, quitándoles el seguro
Ambas armas quedarían accionadas y a libre disposición del portador, sin seguro y listas para ser disparadas.
Bodoque: ¡AL SUELO BASTARDO CULIAO! -exclamaría con gran tonalidad-
Desconocido: ¡QUE NECESITAN, QUE QUIEREN DE MI!
Bodoque: Es mejor que me digas donde va el tipo con el que estabas hablando, hazlo por tu vida, si es que tanto la aprecias
Desconocido: No seeeee, solo vi que su vehículo era un Infernus y que iba hacia como pa´ Palomino, porfavor, solo se eso
Bodoque: Bueeeeno, bueeno, me sirve, pero igual, puro que erai.
Austin posicionó su dedo índice en el gatillo del arma, luego apretó este ejerciendo una leve fuerza.
A gran velocidad, saldría disparada la bala disparada por el arma que portaba Austin, esta misma impactaría en el tórax del desconocido.
Bodoque: Erai.
Unos minutos pasaron desde el asesinato del sujeto desconocido, así también de la información recaudada. Raudamente ambos protagonistas se subieron en una NRG, para así ir a máxima velocidad en dirección a Palomino, para así, buscar al sujeto.
Allí, se localizaría una casa de madera, esta misma tendría una entrada bastante amplia, la cual contendría un estacionamiento; en este está estacionado un Infernus color azul, con una puerta abierta y un sujeto saliendo de este, el sujeto en cuestión sería Sirius.
A poca distancia de la casa de Sirius, se acerca raudamente una NRG color morado con negro, sobre esta, conduciría Bodoque y de acompañante, Slee.
Raudamente, Austin llevó su mano derecha hacia la llave de la moto, giró esta en sentido contra-reloj, así quedando totalmente apagada esta. Luego, inclinó levemente su cuerpo, apoyando su pierna derecha en el suelo, luego, levantó su pierna zurda, llevándola sobre la moto y luego dejarla apoyada a un lado de su otra pierna, quedando erguido totalmente; misma acción realizaría Slee.
Posteriormente, se encaminaron hacia el sujeto, extrajeron con sus respectivas manos hábiles sus armas y dejándolas a la altura de su pecho, apuntaron a Sirius.
Sirius: Chamo tu sabe lo que eh un completo
Bodoque: Me querías buscar, y me encontraste, nos vimoh
Austin posicionó su dedo índice en el gatillo de la pistola, luego ejerció una fuerza sobre este, apretándolo.
Disparada a gran velocidad, saldría la bala del arma, esta misma impactaría de lleno en el cuello de Sirius.
Bodoque: Puedes llamarme, Manhattan.
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