AccionesEntornosNarración - diálogos25 - 03 - 2021
San andreas.
Era un día como cualquier otro, Hazel se encontraba en hora de trabajo, estaba en la cuidad de Las Venturas yendo en busca de un conteiner.
En la carretera se podría ver el hermoso DFT - 30 color violeta, no habían otros vehículos ni personas cerca.
Luego de un tiempo manejando...
A lo lejos se llega a ver a un hombre parado en el lado derecho de la carretera .
Hey, ayuda!! por acá! - gritaría el señor -
Al escuchar los gritos Hazel alza la mirada y la dirige hasta el hombre, mientras que iba frenando de a poco el camión hacia la orilla.
A un par de metros se podría ver un auto color blanco y a un costado unas maderas, parecían restos de una casa vieja.
Hazel dirige su mano derecha al cinturón, haciendo presión en el botón de éste para desabrocharlo. Luego de dicha acción, con la misma mano abre la puerta y baja del vehículo.
Necesito ayuda, tengo mi auto averiado, mire venga. - le explicaría él un poco desesperado -
Está bien, dale te sigo. - dice ella -
Ambos se van caminando con pasos apresurados hacia el vehículo.
Al llegar, Hazel dirige la mirada al vehículo y lo miró detenidamente.
No se vería absolutamente nada raro en el mismo vehículo.
De repente se escuchan unos ruidos extraños, venían del lado de las maderas viejas.
Hazel mira para un costado dirigiendo la mirada hacia el ruido y da unos pasos hacía atrás.
En ese momento sale una mujer de detrás de las maderas, ésta tendría una escopeta en mano, una bandana que tapaba la mitad de su cara y un gorro negro.
¡Arriba las manos! - grita la mujer mientras apunta a Hazel -
Podría notarse al otro sujeto tomar una escopeta de cazadora vieja del maletero de su vehículo blanco
Hazel cuidadosamente alza ambas manos y cierra sus ojos lentamente.
Los dos atracantes estarían apuntándole sin posibilidad de que escapara.
El hombre le hace una seña con su mano a la mujer, acto seguido a esto ella comienza a revisar de pies a cabeza a Hazel, mientras que él le apuntaba.
Al revisar a Hazel solo encontrarían un par de caramelos de miel y un billete de bajo valor.
Al ver que no tenía nada bueno, los sujetos deciden abrir fuego hacia el cuerpo de Hazel.
A Hazel no le da tiempo ni de escapar cuando ya tenía a ambas personas disparándole.
Se lograrían escuchar sonidos fuertes de balas y los gritos de dolor de Hazel.
Nooooo, aaaaaaah. - gritaría ella -
Ese momento fue el fin de Hazel Kaczynski.