Yo no tiendo a bardear, pero imposible no hacerlo con un pedazo de simio como tú, pobre loca.
Pero mejor me quedo callado, sigue con tus monerías; recordé la famosa fábula del tigre y el burro, que por cierto, hago una mención de esta para que la leas y te des cuenta de como es discutir contra burros como tú.