((es completamente distinto al de Javier, cambian los puntos de vista y descripciones. Lo único que, obviamente, no es posible cambiar, son los diálogos. Esto se hizo para darle más vida y un poco más de originalidad al CK2))
Referencias
Acciones: Naranja
Narración: Negro
Entorno: Púrpura
Conversaciones: Azul
Era un día lunes por la mañana, cuando Javier y Abby estaban saliendo de su hogar para ir a trabajar.
Preocupados por su status quo actual, especialmente por su situación socioeconómica, deciden apurarse para llegar lo más antes posible a trabajar; ¡les habían dicho que les darían un ascenso!
El sol resplandecía en su zenit cuando su luz cundía por toda la ciudad de San Andreas. Todo cuerpo opaco producía una penumbra tan oscura como la vida de un Fonseca.
Abby llevó su diestra hacia la manija de la puerta de su casa y la sujetó, para después girarla y tirar de ella, abriéndola en el acto
Javier se impulsó hacia fuera de su casa, tras la puerta haber sido abierta, seguido de su hermana Abby
Abby después de haber salido, empujó la puerta tras haber apoyado su diestra en la mencionada puerta, y la cerró
- Javier: Uff, ¡qué nervios! –dijo entusiasmado mientras abría la puerta del vehículo apartado frente a la fachada de la casa-
- Abby: Lo sé, siento lo mismo
Plack. El sonido de la puerta del piloto cerrarse se manifestó tan rápido como dura un Pacheco en combate.
Abby desplegó su diestra hacia la manija y tiró de ella, destrabando y abriendo así la puerta
Abby metió su pie izquierdo en la cavidad que componía el reposa-pies del co-piloto y la usó de soporte para meter su otro par
El vehículo, cuyo nombre era Voodoo, estaba totalmente inmaculado y, lamentablemente, no era descapotable como sus pares
*Ring, Ring. Un sonido muy agudo repentinamente apareció
- Abby; ¡Demonios!, ¿dónde mierda está mi móvil? -voceó desgarrada-
- Abby; Ah, está acá. –soltó una pequeña carcajada-
Abby llevó su diestra hacia su bolsillo, y, segundos después, la sacó mientras deslizaba la yema de su pulgar a través de la pantalla, llevándosela hasta la altura de su oreja y contestando en el acto.
Abby: Habla Abby, ¿con quién tengo el placer?
Sorpresivamente, una voz exaltada y entrecortada salió desde el altavoz del celular
Sujeto anónimo: ¡Ey!...Tienes… que... hu.. de la ciu... -se oye un forcejeo de fondo-
La llamada concluyó.
- Abby: ¿Hola?... qué raro se le cortó la llamada… -exclamó con un tonto de confusión-
Abby empezó a revisar su teléfono deslizando su dedo índice sobre la pantalla para buscar quién había sido el autor de la llamada.
Este mismo sería desconocido.
- Abby: ¿Número desconocido? ¡Vaya mierda!
Abby seguidamente encaminó su diestra, que sujetaba el celular, a su bolsillo y dejó su celular en este mismo, retirando su mano derecha sin ella
- Abby: No me dejan conducir en paz, tendré que cambiar de número…
Javier llevó su llave al cerrojo del auto, y, con un giro de su mano derecha, arrancó el motor del vehículo, rápidamente y acto seguido, doblegó su pie derecho: aceleró el vehículo
- Javier: ¿Quién era?
- Abby: No tengo la menor idea…
Tras varios minutos sentada en el co-piloto, yendo hacia su trabajo, viendo fijamente la guantera del auto, no paraba de pensar sobre la llamada y se preguntaría a sí misma...
- Abby: ¿Huir de qué?... Quizá se equivocó de número.
Abby empezaría a hacer muecas y expresiones faciales que expresarían, visiblemente para Javier, nerviosismo
- Javier: ¿Te pasa algo?
- Abby: No, no, nada
- Javier: ¡Juro que no entenderé a las mujeres!
Abby no reaccionó al comentario de Javier y siguió ensimismada en sus pensamientos…
Tras un tiempo transcurrido ambos estarían casi llegando a Los Santos... pero en el camino se encontraron unos vehículos a un costado de la carretera.
- Javier: Mmm… puede que tengan problemas mecánicos... ¿Qué opinas?
- Abby: …
- Javier: ¡Ey!
- Abby: Ay –se inmutó- Perdón, estaba pensando en algo
- Javier: Ahmm… estás media-rara desde esa llamada. ¿Segura que está todo bien?
- Abby: Ajá…
Javier puso los ojos en blanco, ignorando el hecho de que Abby estuviera tragando saliva y sudando, y simplemente siguió su camino
Al acercarse más, los sujetos rápidamente se suben a su lowrider.
- Abby; ¿Qué les pasa a estos?, ¿por qué tan alterados?
- Javier: ¿Quién mierda te llamó?
Javier empezó a mirar por los espejos retrovisores, hasta por fin percatarse de los sujetos.
- Abby: Qué raro… ¿a dónde irán?
Javier ya empezaba a presentar indicios de nerviosidad, tal así como Abby: tragando saliva, sudando, con un nudo en su garganta…
Podrías notar gotas de sudor rezumando por los cuerpos de Abby y Javier, ambos estaban alerta con respecto a los sujetos ya divisados
- Javier: ¿Quién mierda te llamó? Seguro nos están siguiendo… - susurró –
- Abby: No lo sé, mierda -expresó con los mismos decibeles que Javier y con un tono de enojo-
- Abby: Me llamó uno que dijo “huye de la ciudad” o algo así, mamagüevo – murmuró -
- Javier: Dímelo antes, tonta –susurró de forma enojada, suscitándole entonces más inquietud a Abby-
Javier impulsó su pie derecho, pisando el pedal, y haciendo al vehículo moverse de forma rectilínea
Tras un rato los sujetos no dejan de seguir a Abby
- Abby: ¿Mmmmm? Puede que solo estén apurados para ir al trabajo igual
Javier muy preocupado mira seguidas veces hacia atrás por los espejos, por lo cual en fracciones de segundo se descuida e impacta un objeto de cemento que habría por la autopista.
- Abby y Javier: ¡Mierdaaaaa! –gritaron respectivamente-
Se podría notar cómo una sección considerable del vehículo, que ocupaba ambos asientos, co-piloto y piloto, se abrió, dando paso así a una bolsa amarilla de airbag cuya función ahora era casi superflua
El carro quedaria completamente destruido. Abby y Javier a duras penas bajan del vehiculo, abriendo ambas puertas mientras jadeaban tras el vertiginoso impacto.
Se podría notar cómo a Abby y Javier les quedaría el rostro empapado de sangre y con diversas heridas en el cuerpo, desde su tronco hasta parte de su muslo. Por suerte, no había nada más que sangre, pero ellos no estaban acostumbrado a semejantes lastimaduras
- Abby y Javier: Ahhh… -exclamaron-
Los sujetos que lo seguían rápidamente bajan de sus carros y apuntan a ambos sujetos.
Abby y Javier levantan ambos brazos instintivamente, posicionando ambas manos paralelas a sus orejas y haciendo muecas de estremecimiento expresando piedad para que no los mataran.
- Abby: ¿Por qué nos quieren matar?, ¿qué les hicimos?
- Sujeto: Es solo un encargo del jefe, por no darle su parte.
- Javier: ¡Te dije que no les compraras a venecos, que son careros!
- Abby: No... por favor, ¡se lo pagaré! Tengo una familia que mantener...
- Sujeto: Ya es demasiado tarde...
El sujeto llevó ambas manos hacia el mango del arma hasta al punto de que esta misma quedara perpendicular a la sien de Abby.
*::Click::Click::* suena el arma.
- Abby: ¡Noooooo!..
El sujeto presiona el gatillo así dándole dos tiros a Abby.
Suenan las detonaciones del arma, y luego, un silencio errante...
Se podrían notar dos agujeros en la espalda de Abby y de ellos sangre saliendo, recorriendo todo el pavimento que conformaba la carretera.
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