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Santa Maria Bech,01:00 PM.
Era un día normal como cualquier otro en la ciudad de Los Santos, como normalmente sucedía, la delicuencia y guerras entre pandillas era lo que más llamaba la atención de la ciudad, a la vez que era el mayor problema con el que la policía tenía que lidiar. Sin embargo, este día no se vio agitado por nada de eso, sólo fue un día tranquilo en la localidad, aunque Saidd pensaba de otra forma.
Saidd se encontraba sentado en la ladera de una colina, específicamente en la que se ubicaba en el Paint Maria. Junto a él había varios snacks ya consumidos, una botella de cerveza vacía y un paquete de cigarrillos parcialmente lleno de aquellos, la mitad ya estaban usados y apagados.
Saidd tomó con su diestra el paquete de cigarrillos, con ayuda de siniestra lo abrió y retiró uno de los cigarillos no usados del interior, tomándolo con su dedo índice y el del medio. Luego sacó un encendedor de uno de sus bolsillos, prendiendo la mecha con ayuda del dedo anular, para a continuación llevarlo hacia el cigarrillo, encendiendo el mismo. Al acabar con aquella acción, devolvió el encendedor a su bolsillo y llevó el cigarrillo hacia su boca para comenza a fumarlo.
La mente de Saidd se encontraba en blanco, sin objetivos ni motivos para seguir allí. Sentía como aquel día no lo dejaba sonreír, ya sea por sucesos del pasado, malas decisiones o nuevos caminos de los que no pudo sacar provecho, haciéndole perder su tiempo y a la vez lentamente la cordura.
Saidd se levantó del suelo, tomo las pocas cosas que quedaban en el lugar y se devolvió hacia la calle detrás del Paint Maria. En el camino, removió el cigarrillo de su boca, lo tiró al suelo y lo pisó para apagarlo completamente.
A un costado de la calle se encontraba un Bullet de color Blanco, el mismo estaba al lado de una pequeña torre de telecomunicaciones, la cual estaba en mal estado y era inservible.
Saidd introdujo su mano en el bolsillo izquierdo de su pantalón, retirando las llaves de su vehículo del bolsillo. A continuación metió la llave en la cerradura de la puerta del vehículo, abriendo la misma y se abalanzó hacia el interior del coche, luego extendió su brazo hacia la puerta y jaló de aquella para cerrarla. Con las llaves en mano, insertó la misma en el switch del vehículo y la giró
Se escucharía como se prendía el motor del vehículo, a la vez que las luces se encendían y el vehículo se ponía en marcha.
Sin nada que hacer ni nada por lo que seguir viviendo, Saidd se dirigió hacia un lugar muy conocido por él, uno en el que planeó cientas de cosas para triunfar en la vida, donde todo comenzó y donde pensaba terminarlo.
East,Los Santos,2:20 PM.
Saidd jaló del freno de mano, estacionando el vehículo en aquel callejón, luego dirigió hacia el asiento del pasajero.
En el asiento del pasajero yacía, a simple vista, una Desert Eagle, la cual tenía el seguro puesto y su cargador lleno. A su lado estaba el móvil de Saidd, el cual estaba conectado al vehículo por medio de un cable USB.
Saidd tomó ambos objetos, guardó la Desert Eagle en su bolsillo y, con el móvil en mano, bajó del vehículo. A continuación tocó el botón de encendido del móvil y se movió por la pantalla principal usando el teclado.
En la pantalla del móvil estaba el menú principal, el cual contaba con muchas opciones, entre ellas, una de juegos, otra de contactos, otra de llamadas y la última de mensajes.
Saidd entró a la opción de llamadas del móvil, marcó un número específico, presionó el botón para llamar y llevó el teléfono hacia su oreja.
El teléfono comenzaría a hacer pitidos constantes, indicando que estaba llamando. Unos segundos después, sonaría el contestador, indicando que ignoraron la llamada.
Saidd: Hola, ¿Cómo estás? Llamaba para avisarte que no estaré aquí por mucho tiempo más, así que, te esperaré en el infierno, nos vemos.
Saidd pulsó el botón para colgar la llamada, apagó la pantalla del móvil y lo guardó en su bolsillo. Después retiró la Desert Eagle con su diestra de su otro bolsillo y con ayuda de su otra mano le quitó el seguro.
El arma poseía un cargador lleno de 7 balas y el seguro quitado, quedando lista para ser accionada.
Saidd llevó la Desert Eagle hasta la altura de su cabeza, apoyando la boca de fuego contra su frente. Después de unos segundos de total calma, apretó el gatillo con su dedo índice.
Se escucharía como el arma era accionada, causando un estruendo por el disparo; Tan solo un segundo después, el cuerpo sin vida de Saidd caería al suelo, desangrándose desde su cráneo y dejando un gran charco de sangre. El arma quedaría en su mano, sin embargo, no estaba siendo sujetada, sino que aquella se encontraba debajo de su palma abierta.
Luego de aquella escena perturbadora, un civil que se encontraba cerca entró al callejón debido al ruido generado por el arma. Al ver el cadáver, se acerco al mismo para inspeccionarlo. Luego de comprobar el estado del cuerpo, el sujeto sacó su móvil y llamó al número de emergencia.
Civil: ¿Hola? Quería reportar un cuerpo sin vida en un callejón de East, Los Santos, por la Concesionaria de Clovers [...]
Brinkerhoff murió el día 06 de mayo de 2021, su causa de muerte fue reconocida como suicidio con arma de fuego. Minutos después del incidente, la policía arribó al lugar y reconoció el cuerpo de Saidd; Su cuerpo fue enterrado el día siguiente a su muerte en el cementerio de Los Santos, el velorio fue a cajón cerrado.
FIN
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