[Rol] Fake opportunities
Dialogo | Acciones | Entorno | Narrador
Sábado 29 de agosto de 2020
Red County.
Luego de aquella escapada hacia los montes apartados de la criminalidad, donde Ivan aprendió bastante, se lo podría encontrar al gordo durmiendo en un cuarto de la mansión.
El silencio envolvía la gran habitación donde Ivan se encontraba durmiendo y un rico aroma de perfume se presenciaba en el lugar. En la cama de dos plazas, se lo encontraba al gordo teniendo una siesta profunda y reparadora. A lo lejos se escuchaban ligeros pasos de zapatos sobre el piso de madera que cada vez se hacían mas presentes en la habitación. Un reloj de pared marcaba las 21 en punto.
Lucas Bufalino entro lentamente a la habitación y sin importar el estado de Ivan, se acercó a el.
Lucas Bufalino dice: La cena está lista.|- diría para despertar al gordo -|Ivan Lombardo abrió los ojos rápidamente y con un fuerte salto, salió de la cama. Seguidamente clavó los ojos en Lucas Bufalino.
Ivan Lombardo dice: ¿Que hay para comer, D?
Lucas Bufalino dice: Te despertaste rápido Gordo. Era mentira. Padro pidió empanadas y Rastas está poniendo la mesa. Lombardo, usted póngase su ropa, tome una radio y venga a la oficina de la fabrica abandonada... Tengo que hablar con usted.
Ivan Lombardo dice: Entendido ,D. |- diría mientras ve como Bufalino se retira del lugar -|
Ivan Lombardo apresuró sus pasos hacia el gimnasio, donde con su diestra abrió su casillero y con ambas tomaria su ropa y radio. En cuestión de segundos ya estaría con su vestimenta de trabajo y con radio encendida.
Ivan Lombardo presionó un botón de la radio y luego del sonido proyectado por el aparato, habló.
Ivan Lombardo dice (por radio): Puch. ¿Me escucha? Cambio.
Lucas Bufalino dice (por radio): Fuerte y claro. A la oficina, Lombardo. Padro, usted limpie los platos.
Ivan Lombardo llevó la diestra hacia la puerta del locker y fuertemente la empujó para cerrar su locker y rapidamente salio de la mansión.
Un viento fresco azotó a Ivan, que recién se despertaba. Afuera todos los autos estarían estacionados correctamente y estaría poco iluminado, pero visible.
Ivan Lombardo dice: Está fresco pa chomba... |- diría a si mismo por lo bajo -|
Ivan Lombardo se acercó al portón de la fabrica, flexiono sus piernas y con ambas manos tomo la manija del portón y con bastante fuerza la levantó para introducirse al establecimiento.
Se escucha un ruido fuerte del portón ascendiendo mientras rozaba con las vigas oxidadas que lo contenían. Al cabo de unos segundos, se podría acceder al interior de la fabrica abandonada.
Bastantes telarañas y un olor a encerrado se presenciaban en aquel inhóspito lugar. Las luces parpadeaban debido a su mal estado y la humedad yacía en aquella fabrica que alguna vez, había sido un lugar excelente.
Ivan Lombardo caminó tranquilamente hacia la oficina donde Bufalino lo esperaba. En el trayecto, ojeaba el estado de la maquinaria y del lugar.
Ivan Lombardo dice: Lo que alguna vez fue bueno... |- diría por lo bajo, antes de entrar a la oficina -|
Lucas Bufalino dice: Adelante Lombardo |- exclamaba sin divisar la puerta -|
Ivan Lombardo se introdujo hacia la oficina y miró todo su alrededor.
La oficina era un lugar amplio y se encontraba un poco desarreglada. Un extenso y descuidado escritorio de madera se ubicaba en el medio de la oficina y justamente al lado, se apreciaba a Bufalino sentado mirar la entrada de Lombardo.
Ivan Lombardo dice: Con permiso, D. |- mientras se posicionaba frente a Bufalino -| ¿Que sucede?
Lucas Bufalino dice: ¿Viste la fabrica? ¿Que opina?
Ivan Lombardo dice: Es grande... y está un poco descuidada.
Lucas Bufalino dice: Lo que provoca el desalojo, Lombardo…
Ivan Lombardo dice: La verdad que lo pensé... La tranquilidad abundaba en donde fuí a leer...
Lucas Bufalino dice: ¿Leyó todos los libros, no? Me imagino que habrá visto los dos que le separé...
Ivan Lombardo dice: Sí, D. Bastante interesante.
Lucas Bufalino dice: Y dígame, Lombardo. ¿En que estado se encuentra una persona cuando su cerebro está inactivo pero su organismo si?
Ivan Lombardo dice: Estado vegetativo, señor. Cuando el cerebro, la parte del encéfalo que controla el pensamiento y el comportamiento, ya no funciona, pero el hipotálamo y el tronco del encéfalo, las partes del encéfalo que controlan las funciones vitales, como los ciclos de sueño, la temperatura corporal, la respiración, etc, siguen funcionando.
Lucas Bufalino dice: Excelente... Creo que también te llevaste libros de química y física. Así que, con sus conocimientos, invente algo que deje en ese estado a una persona.
Ivan Lombardo dice: Sí señor, pero necesitaré un lugar y maquinaria. Un lugar donde pueda analizar a las personas...
Bufalino dice: ¿Para que cree que lo traje a la fabrica abandonada? Póngala en condiciones aptas para su labor y, si necesita comprar algo, utilice mi dinero.
Lucas Bufalino apoya su diestra sobre la silla y con impulso se para. Seguidamente clavó la vista sobre Ivan mientras que con su diestra sacaba unas llaves y las apoyaba sobre el escritorio.
Ivan Lombardo mira detenidamente las acciones de Bufalino y clava la vista en los ojos de este.
Lucas Bufalino dice: De ahora en más, usted se responsabiliza de esta instalación.
Ivan Lombardo dice: Por supuesto, D. Puede depositar su confianza en mí.
Lucas Bufalino asiente seriamente con la cabeza y con un leve gesto de despedida, se retiró caminando de la fabrica.
Ivan Lombardo dice: Grandiosa oportunidad... Hoy me meto en subastas en la web, para ver que puedo comprar... |- diria mientras saca su movil -|
La pantalla se encendió a penas ser retirado del bolsillo y marcaba dos entradas de mensajes en la barra de notificaciones. Ambos provenientes de Padro, indicando la llegada de las empanadas.
Ivan Lombardo dice: A comer. |- diria mientras se retira rápidamente al exterior -|
Martes 1 de Septiembre de 2020.
Red County.
En la oficina de la fábrica abandonada, se aprecian muebles de madera de Nogal que decoran y mantienen el ambiente fino. El aire se sentiría fresco, una dulce melodía de violín se reproduce por lo bajo y se observa a Iván frente a una pizarra con Aks colgadas.
Iván Lombardo dice: Es difícil planear algo grande sin hacer ruido... De igual manera, ya compré ese equipamiento. Mandaré a Tarta.
Ivan Lombardo llevó su diestra a su bolsillo derecha y de este retiró su teléfono móvil descartable. Continuamente, presiono sobre la pantalla y llamó a un numero.
Ivan Lombardo dice (por móvil): Tarta, soy Gordo. ¿Estás ocupado?
Levv Kuznetsov dice (por móvil): Hola Gordo. Ahora mismo estoy en Fort Carson con Vizko arreglando unos asuntos con el señor de la empresa telefónica la cual me hablaste... ¿Sucede algo?
Ivan Lombardo dice (por móvil): Sí. Necesito que vaya al almacén de la veterinaria de Los Santos y retire unos utensilios y maquinaria científica que adquirí en una subasta. Luego de que lo haga, deposite los paquetes en la puerta de la fábrica. ¿Puede ser? Yo les deposito si realizan correctamente la tarea.
Levv Kuznetsov dice (por móvil): Entendido... ¿Pero que hago con el empresario?
Ivan Lombardo dice (por móvil): Retírese de las negociaciones... Dígale que luego hablará conmigo y Puch. En la oficina lo espero.
Como de costumbre, la noche fresca era presente a esas horas en el pueblo desierto de Fort Carson. La burrito estaba en marcha e incorrectamente estacionada, conducta típica de Levv y Exi.
Levv Kuznetsov se posiciona frente a Exi y lo mira tranquilo, mientras realiza un suspiro.
Levv Kuznetsov dice: Se la creyó... Bueno, vamos a Los Santos. ¿Motivo? Nos mandó El Gordo a buscar unas cosas científicas, no sé, algo así dijo. Está medio raro desde que se ausentó por unos días...
Ambos sujetos subieron a la burrito, Levv de conductor y Exi de acompañante. Luego de un largo tiempo de conducción, los sujetos se acercarían a la posición marcada por Iván.
Levv Kuznetsov llevó su diestra hacia su cintura y descolgó su radio comunicador.
Este ya estaría encendido, listo para ser utilizado.
Levv Kuznetsov presionó con su indice un botón de la radio e inmediatamente la acercó a su boca.
Levv Kuznetsov dice (por radio): Ya estamos Gordo... ¿A nombre de quién retiramos?
Ivan Lombardo dice (por radio): A nombre de Luis Bellic.
Levv Kuznetsov dice (por radio): 10.4
Levv Kuznetsov se introduce con la burrito regulando hacia la puerta trasera de la veterinaria y con una hábil maniobra mete la burrito de culata.
El lugar estaría bien iluminado y se escucharían las bocinas de la cercanía. Estaría todo completamente transitado.
Ambos sujetos dirigen sus manos hacia la manija de la burrito y rápidamente bajan de la camioneta.
Una noche fresca se presenciaba a las afueras del garage de aquella veterinaria. En las sombras, se presenciaba una silueta de una mujer de traje, su cara totalmente irreconocible pero por el contexto se entendía que era la dueña de aquél lugar.
Levv Kuznetsov dice: Hola sí, eeh. Vengo a buscar unas cosas científicas... A nombre de Luis Bellic. |- diría un poco nervioso -|
La silueta se movió en dirección a la puerta del garaje y con su brazo la señalo. Al instante se desvaneció en la oscuridad.
Levv Kuznetsov miró raramente la silueta y seguidamente se dirigió hacia el lugar señalado.
En el lugar habrían varias cajas, con material de laboratorio y maquinaria de todo tipo tasada en un total de $2.000.000 de dolares.
Levv Kuznetsov dice: Dale. Apuremos y guardemos esto.
Luego de un largo rato de carga entre Levv y Exi, los sujetos se notarían un poco cansados. Se apreciaría a la burrito con mucha carga.
Exi Wierzbicka dice: ¿Ya está? Hijo de puta Gordo... Sus mierdas pesan. |- diría cansado mientras se seca su transpiración con su antebrazo derecho -|
Levv Kuznetsov dice: Hay que laburar novizio...
Exi Wierzbicka dice: ¿Nos vamos?
Levv Kuznetsov asiente con el pulgar y rápidamente se sube hacia la burrito. Seguidamente, enciende el motor y acelera para dirigirse a la mansión.
Costosamente la burrito se aleja de aquel oscuro lugar y atraviesa las calles de Los Santos a baja velocidad debido a su peso.
En la mansión, la burrito se estaciona frente a la puerta de la fabrica y los sujetos comienzan a descargar las cajas pesadas junto al portón. Al cabo de un tiempo, todas las cajas estarían abajo de la burrito. Otra vez, se los notaría cansados.
Levv Kuznetsov dice: Muy bien, Vizko. Ahí vuelvo. |- dice mientras se introduce al interior de la fabrica -|
Se escucharían los pasos de Levv por toda la fabrica, que ahora estaría mas limpia y ordenada. La iluminación estaría arreglada por completo y se escucharía una leve melodía de violín proveniente de la oficina. Una considerable cantidad de cámaras de seguridad grabarían toda el área del nuevo laboratorio.
Ivan Lombardo dice: Adelante, Tarta. |- diría desde la oficina -|
En la oficina se apreciaría un maletín negro, cuyo contenido serían varios fajos de dinero, reposando sobre el escritorio y unos papeles con formulas científicas.
Levv Kuznetsov dice: ¿Que onda gordo? Ya te trajimos eso. Ahí los pibes lo andan metiendo adentro.
Ivan Lombardo dice: Perfecto. Ahí tenes lo prometido. Unos billetes para vos y el novizio. |- diría señalando el maletín con su diestra -|
Levv Kuznetsov se acerca ligeramente hacia el escritorio y con su diestra toma el maletín desde su manija. Seguidamente realiza un gesto de despedida con su cabeza y se retira de la oficina.
La música iría disminuyendo al mismo tiempo que Levv se retira del establecimiento y un ruido de descarga se escucharía en la planta inferior del lugar. Al cabo de un tiempo, el nuevo espacio de trabajo de Iván estaría terminado, listo para ser utilizado.
Mas tarde, en la mañana del dia siguiente. Iván había terminado sus fórmulas las cuales solamente dos, las veía posiblemente efectivas. Un hombre de alta edad, experimentado en el tema, colaboró a Lombardo a realizar sus dos inyecciones. Las cuales ambas fueron almacenadas en dos maletines diferentes. Uno fue dirigido hacia la limusina de Lombardo y otro fue almacenado en la bóveda de la famiglia.
Se apreciaría a Iván contento y un poco agotado en su oficina.
Ivan Lombardo lleva su diestra a su bolsillo posterior derecho y de este retira su teléfono celular. Seguidamente lo enciende y marca unos números.
Llamada contestada.
Ivan Lombardo dice (por móvil): Hola. Preciso que me lleve a mi casino favorito de Las Venturas... ¿Puede ser?
Al otro lado se escucha una respuesta positiva y la felicidad de Ivan iría aumentando.
[...]